Bienvenidos al Especial de Cuaresma
Comenzaremos a vivir el tiempo de Cuaresma.
Un tiempo que precede y dispone a la celebración de la Pascua. Es tiempo de escucha de la Palabra de Dios y de conversión, de preparación y de memoria del Bautismo, de reconciliación con Dios y con los hermanos, de oración, de ayuno y de limosna (ver Mt 6,1-6.16-18).
Desde Lluvia de Rosas queremos acompañarte en este tiempo y por eso hemos realizado este especial en el que iremos incorporando material para la oración y la reflexión, ayudandonos a vivir cada momento de esta cuaresma con el corazón preparado para vivir el proyecto de Dios.
“Vivir de amor no es, peregrino de la vida, plantar la tienda en lo alto del Tabor. Es subir con Jesús hasta el calvario y darle al tesoro de la cruz todo su valor.
En el cielo mi vida será alegría, y para siempre cesará el dolor. Pero aquí abajo, lo que yo quiero, es, aún en el sufrir, vivir de amor.”
(Santa Teresita)
Quiero estar preparado
ENTRÉNAME, SEÑOR
Quiero estar preparado, por Ti y contigo,
para que la dureza de la cruz no me sorprenda
y que lejos, de asustarme,
vea en ella un exponente y un altavoz de tu gloria.
Quiero mantenerme en forma,
para no perder el ritmo de la fe
y no se apague el brillo de mi esperanza.
Porque, temo que si Tú no vas conmigo,
el maligno aproveche cualquier fisura
y se adentre en lo más hondo de mis entrañas.
ENTRÉNAME, SEÑOR
Quiero jugar contigo el gran partido de la Pascua;
ahora, con el color morado de la penitencia,
pero pronto, en la alborada de Resurrección,
con el color blanco del triunfo de la VIDA
Sí; Señor, quiero que en estos 40 días
me enseñes a mirar hacia el cielo
me indiques como entregarme a mis hermanos
me recuerdes que,
en la sobriedad y no en la abundancia,
está la riqueza y la felicidad de mis años.
ENTRÉNAME, SEÑOR
Y que pueda volver de los caminos equivocados
y que, postrándome ante Ti,
pueda decir sin temor ni vergüenza alguna:
he pecado, no merezco ser de los tuyos,
“trátame como a uno de tus jornaleros”
Necesito correr, Señor,
recuperar el estilo de un auténtico creyente
y hablarte, con oraciones que nacen en el silencio.
Escuchar palabras que sanan y salvan
Corregir pautas y comportamientos,
actitudes y olvidos
que me alejaron de Ti hace tiempo.
ENTRÉNAME, SEÑOR
Y, haz que esta Santa Cuaresma,
sea una oportunidad para acercarme a todo ello.
Amén.
Javier Leoz