Lluvia de Rosas es y seguirá siendo gratuito para todo el mundo, y es por ello que necesitamos de su ayuda para seguir creciendo como instrumento de propagación de la fe católica a través de Internet:
32. Dios nos sorprende nuevamente con esta hermana nuestra, en la que se rompen tantos esquemas de la lógica humana, para subrayar su iniciativa divina gratuita que escoge a quien quiere y cuando quiere para realizar sus obras y manifestar la grandeza de su poder y de su acción en quien se abre confiadamente a su amor misericordioso para cumplir su voluntad.
Con la proclamación del Doctorado de nuestra hermana Teresa de Lisieux el Señor nos confirma lo que el A. Testamento afirmaba y que el N. Testamento vino a presentar en plenitud: que Dios se comunica a los sencillos, les da su sabiduría y les revela los secretos de su vida y de su acción en la historia. En efecto, el libro de la Sabiduría afirmaba, en el umbral de la venida de Jesús: "la ancianidad venerable no es la de los muchos días ni se mide por el número de años; la verdadera canicie para el hombre es la prudencia, y la edad proyecta una vida inmaculada. Halló gracia ante Dios y Dios le amó... alcanzando en breve la perfección Ilenó largos años" (Sab 4, 8 10.13). Y, en el Evangelio de Lucas, Jesús, lleno de gozo en el Espíritu Santo, proclama la lógica divina, tan diversa de la nuestra: "Yo te bendigo, Padre Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito" (Lc 10, 21 22).
33. El Señor, Padre de las luces, de quien viene toda dádiva buena y todo don perfecto (cf. Sant 1, 17), ha dado al Carmelo un regalo más con el Doctorado de Teresa de Lisieux. Es un don gratuito que exige una respuesta de amor y de entrega generosa a nuestra vocación y misión en la Iglesia y en el mundo. Que nuestra hermana Teresa de Lisieux nos alcance del Señor la gracia de ser colaboradores suyos en el testimonio y el anuncio de la Buena Noticia para nuestros hermanos y hermanas en el Tercer Milenio como auténticos seguidores de Jesús y en comunión con María, la primera que recibió la alegre noticia de salvación y la proclamó con la alegría de descubrir que Dios se da gratuitamente a los pobres, humildes y sencillos.
Roma, 1 de octubre de 1997.
Fr. Camilo Maccise, O. C. D Fr. Joseph Chalmers, O. Carm.
Escribir Comentario
Por favor, mantenga el tópico de los mensajes en relevancia con el tema del artículo.
No utilice los comentarios para promociones y/o publicidad, ese tipo de mensajes serán removidos.
Solo Ingrese nombres, NO INCLUYA APELLIDOS, ni ningun otro tipo de dato personal dentro de los comentarios, NO UTILICE lenguaje inapropiado, evitelo ya que de ser así, el comentario ingresado será quitado.