Al descubrir su “caminito pequeño y corto”, Teresita, siente la seguridad de poder subir su camino de perfección, puesto que, su “pequeñez” y sus “imperfecciones”, la hallan “demasiado pequeña”. Y, mientras lee un pasaje de la Biblia que dirá: «El que sea pequeñito, que venga a mí» (Pr 9,4, trad. Que ella lee), aclarará su intuición de ser invitada por el Señor sin más que su propia nada: “Y entonces, fui adivinando que había encontrado lo que buscaba. Y queriendo saber, Dios mío, lo que harías con el pequeñito que responda a tu llamada, continué mi búsqueda, y he aquí lo que encontré: «Como una madre acaricia a su hijo, así los consolaré yo; los llevaré en mis brazos y sobre mis rodillas los meceré» (Is 66,13.12)” (Ms. C 3r°).
Desde ese momento confiar y entregarse incondicionalmente en brazos de Dios, “brazos” del Verbo hecho Carne, la conducirán y la colmarán de gracia, de amor y de santidad, “como una madre acaricia a su hijo”.
Teresita ya no duda… ya conoce el camino y lo marca… nos lo marca, camino de rosas, camino de gracia… camino que conduce al amor, que se hace ternura, que nos hace niños…caminito que invita “Al Camino” que es Jesús.
Escribir Comentario
Por favor, mantenga el tópico de los mensajes en relevancia con el tema del artículo.
No utilice los comentarios para promociones y/o publicidad, ese tipo de mensajes serán removidos.
Solo Ingrese nombres, NO INCLUYA APELLIDOS, ni ningun otro tipo de dato personal dentro de los comentarios, NO UTILICE lenguaje inapropiado, evitelo ya que de ser así, el comentario ingresado será quitado.