Luego de la Pascua, vivimos un sentimiento de alegria, de paz, de serenidad... pero como conjugar este "vivir" de hoy en un mundo lleno de personas con estres, con ansiedad y con insomnio que ni las pastillas tranquilizantes pueden contener.
 
La verdadera paz,  proviene de la relacion espiritual con Dios, y se hace sentir en el cuerpo aun en medio del sufrimiento, la enfermedad, las tensiones e incomprensiones.
 
¿Como podemos lograr esa paz profunda? Teresita, con su ejemplo, nos sugiere varios pasos concretos.
 
Primero, que tengamos la paz como objetivo, es decir, que cada dia y a toda hora busquemos como meta la serenidad. "Cuando apenas tiene Teresita 17 años de edad, coloca la paz en el horizonte de su existencia. Y la mantiene siempre a la vista para buscarla como uno de sus objetivos mas importantes. En la carta que le escribe a Jesus el dia de su profesion dice: "Que las cosas de la tierra jamas logren turbar mi alma, que nada turbe mi paz, Jesus, no te pido nada excepto paz y tambien amor, amor infinito..."
 
Segundo, Lanzarse a la accion para conquistarla con la ayuda de Dios. Le confiesa a la M. Maria de Gonzaga: "mi Madre querida, yo estoy muy lejos de practicar lo que entiendo y, sin embargo, el solo deseo que tengo de hacerlo me da paz" Estas acciones: la fe y la confianza en el Dios cercano y poderoso que no cesa de amarnos son las que nos dan la paz plena.
 
El dia en que Teresita descubre su verdadera mision se llena de alegria y gozo. Ella lo compara con la paz tranquila y serena del navegante que percibe el faro que le conduce al puerto (C 3v).
 
Enseguida se dirige a Jesus a quien llama "Faro luminoso del amor". Es decir, en el encuentra Teresa la fuente de su paz tranquila y serena.
 
Busquemos en esta novena que comenzamos el 9 de abril, encontrar la Paz que tanto anhelamos para nuestra alma, para el mundo entero, para disfrutar de la vida y encontrar a Jesus en el caminar de cada dia.