Antes de la Pascua, estando Jesús en la casa de Lázaro, María lo unge con el perfume que le tenía preparado para su muerte...

María Magdalena, con sus perfumes, llega hasta la tumba de Jesús para perfumar el cuerpo...

Perfumes de muerte, perfumes que, hasta ese momento podiamos darle a Jesús.

Él, con su Resurrección, nos regala su perfume resucitado... perfume que es regalo de Dios, perfume que es Gracia, perfume que nos consagra sus hijos, perfume que nos da vida nueva...

Perfume de amor que nos hace Hijos de Dios y nos da la santidad.

Ese perfume que se nos dá en el Bautismo, lo gana Jesús por la muerte y la Resurrección.

No perdamos ese perfume... Devolvámoselo a Él, en y con nuestra vida.

Teresita le dice a Jesús: "tuyos son  mis perfumes para siempre"

Feliz Pascua!!! Que nuestros perfumes, nuestras vidas ungidas por este perfume de amor resucitado nos haga capaces de transformar el mundo en Reino de Dios. Y con ese aroma, ser orgullo de Dios...

Con mi bendición. P. Claudio Pisano