Hemos comenzado el adviento, estamos en camino a la espera de una gran alegría y quien mejor que Teresita para enseñarnos a caminar con esperanza, aceptando en abandono amoroso lo que cada día se nos presenta, siendo pequeños y humildes, renunciando a la grandeza del mundo, a los reconocimientos, regalando nuestra existencia en el silencioso amor cotidiano en forma de flores de entrega, de reconciliación, de justicia, de perdón, de paz, de vida, de belleza, de alegría y de verdad.
Quizá caminemos y veamos que lo que edificamos no es digno de la admiración del mundo, sin aparentes logros importantes, pero estemos totalmente confiados que siguiendo su ejemplo, nuestra vida quedará derramada en manos de Cristo.
Esperemos pacientemente mientras recogemos nuestras flores para el Señor, Él tiene sus tiempos y sus caminos, y podemos estar seguros que al final veremos los frutos.
Oración:
Tú que supiste hacer de tu pequeñez y de tu pobreza,
la riqueza más grande para atraer la acción de Dios,
infunde en nosotros el amor hacia nuestra pobreza,
danos un alma de niños, para que confiemos sólo en Dios,
y vivamos en paz, sabiendo que sólo en sus brazos
podremos recorrer el camino de la santidad
como hijos de Dios y hermanos de los hombres.
Amén
Compartamos esta última novena del año unidos en oración por tantas necesidades que son puestas en el sitio, recemos por ellas!
Dios te Bendiga y Santa Teresita derrame lluvia de rosas en tu vida.
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