De esta manera vivió Teresita… y de esta manera nos invita a vivir cada día de nuestras vidas. Disfrutándola. Entregando al Padre y abandonando nuestra pequeñez en sus manos.

Pensemos como lo hacía Teresita…

No renuncies a lo grande porque tu pequeñez está envuelta y acogida por una presencia maternal. “Sigo teniendo la misma confianza audaz de llegar a ser una gran santa, pues no me apoyo en mis méritos –que no tengo ninguno-, sino en Aquel que es la Virtud y la Santidad misma. Sólo él, contentándose con mis débiles esfuerzos, me elevará hasta él, y cubriéndome con sus méritos infinitos, me hará santa” (A 32r).

Entrégate al Señor. Nos pide algo más que la mirada y aceptación de nosotros mismos. Quiere que nos entreguemos al Señor, que le hagamos ofrenda de nuestra vida. “Es mi misma debilidad la que me da la audacia de ofrecerme como víctima a tu Amor ¡Oh Jesús!” (B 3v).

Con el gesto de las manos abiertas, vacías, ante el Señor, ofrécele:

Foto de Lluvia de Rosas.Tu impotencia, para que sea El tu santidad ·A Jesús, regalo que el Padre te ha dado y que tú ahora pones en sus manos.

Oración: “Quiero, Amado mío, renovarte esta ofrenda con cada latido de mi corazón hasta que las sombras se desvanezcan y pueda yo decirte mi amor en un cara a cara eterno...” (Or 6).

Queremos invitarte a comenzar la Novena del mes de septiembre.

Dios te bendiga y Teresita derrame lluvia de bendiciones en tu vida, tus familiares y amigos.

Viviana y Pablo

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