El Papa Francisco nos abrió este año "La Puerta de la Misericordia". La Puerta Santa representa a Cristo, y su apertura “nos introduce en el consolador misterio del amor de Dios que abraza a la humanidad entera”.
"El centro de su espiritualidad es la misericordia o amor de Dios. Por encima de todo enfatiza siempre la misericordia divina, ante la cual confía y nada hay que temer. Ante todo, Dios es Padre y Jesús es su Hijo misericordioso.
"¡ Oh Jesús!...estoy segura de que, si por un imposible, encontraras un alma más débil, más pequeña que la mía, te complacerías en colmarla de favores más grandes aún, si ella se abandona con entera confianza a tu misericordia infinita."
(manuscrito "B").

No tengamos miedo en ver las condiciones en las que se encuentra nuestra alma. Mira tu interior. Bucea en él. Busca tu verdadero tesoro. No importa cuan limpios o puros, dignos o pobres de corazón estemos. Es La Misericordia de Dios, su Amor pleno quien enjugará nuestras penas, dolores, rencores, angustias para que al "pasar" por esta Puerta Santa nos sintamos brillar no por nuestros méritos sino por su infinito Amor.
Imagen del Papa Francisco abriendo La Puerta de la Misericordia.
