Inicio arrow Santa Teresita arrow Obras y Enseñaza arrow María en "Historia de un alma"

Galería Imagenes


words4_thumb.jpg





Ultimos Comentarios

Sexto día
Jesus y Maria muchas gracias por habernos protegido de los l...
26/09/23 23:56 Leer más...
Escrito por lis y rosarito

Octavo día
Jesus y Maria muchas gracias por habernos protegido de los l...
25/09/23 23:56 Leer más...
Escrito por lis y rosarito

Septimo día
Jesus y Maria muchas gracias por habernos protegido de los l...
25/09/23 03:01 Leer más...
Escrito por lis y rosarito

Lluvia de Rosas es y seguirá siendo gratuito para todo el mundo, y es por ello que necesitamos de su ayuda para seguir creciendo como instrumento de propagación de la fe católica a través de Internet:






María en "Historia de un alma" PDF Imprimir E-Mail

Por otra parte, la pobre pequeña Teresa, no hallando ningún socorro sobre la tierra, se volvía hacia Ella, la Madre Celestial y le rogaba con todo el corazón que, finalmente, tuviera piedad de ella... Desde un principio la Virgen me pareció bella, tan bella que yo nunca había visto nadie así de bello. Su rostro reflejaba bondad y una ternura inefable. Lo que penetró profundamente en el fondo de mi alma fue "la sonrisa encantadora de la Virgen". Entonces, mis penas desaparecieron, dos lágrimas despuntaron de mis párpados y descendieron en silencio sobre mis mejillas, pero eran lágrimas de un gozo sin límites... "Ah, pensé, cuan feliz soy, la Virgen me ha sonreído... pero no lo diré a nadie, porque entonces mi felicidad desaparecería".

Sin ningún esfuerzo bajé los ojos y ví a María que me miraba amorosamente. Yo estaba conmovida y parecí intuir el favor que me había hecho la Virgen Santa... Era Ella, no se había resistido a la oraciones hechas, y ahí tenía la gracia de la sonrisa de la Reina del Cielo. Vislumbrando mi mirada fija sobre la Virgen, Ella dijo: ¡Teresa estás sanada! Sí, la florecita estaba renaciendo a la vida y el Rayo luminoso que la había rescatado no retendría ya sus beneficios: actuó dulcemente, suavemente, enderezó la flor y la fortificó en modo tal que, cinco años después, la florecita se abriría sobre la fértil Montaña del Carmelo.

María adivinó que la Virgen me había dado alguna gracia escondida. Cuando estuve a solas con ella me preguntó qué había visto, y yo, no pudiendo resistir a sus preguntas apremiantes, estupefacta además por ver adivinado mi secreto, sin que yo lo hubiera revelado, se lo confié por entero a mí querida María... Ahí mismo, como había supuesto, mi felicidad desapareció, transformándose en amargura. Durante cuatro años, el recuerdo de la gracia inefable que había recibido, fue para mí una verdadera pena interior y no tenía otra felicidad que acudir a los pies de Ntra. Señora de las Victorias. Hablaré más delante de ésta segunda gracia de la Virgen, ahora tengo que decir, Madre dilecta, en que modo mi gozo se transformó en tristeza.

María, después de haber oído la narración ingenua y sincera de "mi gracia", me pidió permiso para contarla en el Carmelo. No podía decir que no...

Escribir Comentario
  • Por favor, mantenga el tópico de los mensajes en relevancia con el tema del artículo.
  • No utilice los comentarios para promociones y/o publicidad, ese tipo de mensajes serán removidos.
  • Solo Ingrese nombres, NO INCLUYA APELLIDOS, ni ningun otro tipo de dato personal dentro de los comentarios, NO UTILICE lenguaje inapropiado, evitelo ya que de ser así, el comentario ingresado será quitado.
Nombre:
E-mail
Título:
Comentario:

Código:* Code




  Comentarios (2)
 1 BENDECIDA POR DIOS
Escrito por ARACELI CORTEZ GARCIA, el 20-03-2011 00:15
TE PIDO SUPLIQUES A DIOS POR MI FAMILIA POR LAS PERSONAS QUE NOS RODEN YA QUE SON PARTE DE NOSOTROS ESPECIALMENTE POR AQUELLAS QUE NO NOS ACEPTAN PERO QUE FINALMENTE SON PARTE DE NUESTA VIDA AYUDAME A SER UN INSTRUMENTO DOCIL PARA PODER REALIZAR SI ES LA VOLUNTAD DE DIOS MI REGRESO AL CATESISMO PARA GLORIA DE DIOS BIEN MIO Y DE TODOS MIS HERMANOS LOS HOBRES POR FAVOR SANTA TERESITA. AMEN
 2 Qué felicidad Teresita!
Escrito por Lourdes Prieto, el 28-05-2008 20:54
Siempre la Virgen Madre está atenta de sus hijos. Ella, como buena madre siempre vela por todos nosotros. Con cuánta fe deben haber orado su padre y sus hermanas y toda su familia a Dios y a la Virgen para que Teresita se curara. Pero hacía falta que Teresita viviera esa experiencia, esa enfermedad de tristeza, para que la Virgen en su infinita ternura de madre, le concediera ese milagro. ¡Qué hermosa debe haber sido esa sonrisa de la Virgen, para que Teresita recobrara su salud! Qué felicidad tan grande! 
Teresita, cuánto desearía poder un día también contemplar el rostro amable y sonriente de María, mi Madrecita tierna!
 
< Anterior




Advertisement Advertisement Advertisement

 

        


Copyright ® 2006-2013 LluviadeRosas.com