(1877 – 1888)
En noviembre de 1877, poco después de la muerte de la Sra. Martin, la familia se instala en Lisieux, en una casa alquilada que está situada a las afueras de la ciudad, en la carretera de Pont-l’Eveque y en la callejuela «Camino del Paraíso». Teresa Martin pasará en ella once años de su vida, hasta su entrada en el Carmelo.
La primera impresión que siente el peregrino cuando llega a los Buissonnets es una impresión de tranquilidad , de paz. En este espacio apacible uno se imagina a Teresita feliz de vivir, rodeada del cariño de su padre, de sus hermanas y de su perro Tom.
Es verdad que Teresa nos dice, al contarnos sus recuerdos de infancia, que su vida en los Buissonnets fue » verdaderamente feliz»; pero no olvidemos que la misma Teresa escribe, refiriéndose al periodo de su vida que se extiende «desde los cuatro años y medio hasta los catorce,»que fue el más doloroso» de su existencia.
En efecto, en los Buissonnets ,Teresa perdió sucesivamente a sus dos hermanas mayores cuando entraron en el Carmelo y que habían sido para ella como una segunda madre después del fallecimiento de la Sra. Martin.
Lo anterior no nos impide decir que esta casa rodeada de árboles fue » el dulce nido» de la infancia de Teresita. La visita a las diferentes habitaciones nos permite imaginar algunos episodios de su infancia y adolescencia:
la gran gracia de Navidad en 1886
antes de su entrada en el Carmelo
EL grupo escultórico del jardín nos hace pensar en el valor con el que pidió a su padre, el 29 de mayo de1887, en la fiesta de Pentecostés, permiso para entrar en el Carmelo lo más pronto posible.
